
Artrosis de rodilla: por qué ocurre, cómo identificarla y cómo puede ayudarte la fisioterapia
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La artrosis de rodilla es una afección crónica que se caracteriza por la degeneración del cartílago articular (estructura que amortigua la presión mecánica y permite el deslizamiento de la articulación).
Algunos factores que predisponen a padecerlo son: edad, genética, sexo femenino, obesidad y otras enfermedades degenerativas, así como traumatismo y variantes anatómicas que modifican la carga en la rodilla.
Entre sus principales características clínicas se encuentran:
- Dolor que aparece al movimiento y desaparece al reposo, pudiendo presentarse en reposo también en fases avanzadas.
- Dolor continuo, que aumenta de intensidad tras períodos de inactividad.
- Crepitación o chasquidos al mover la rodilla
- Debilidad y atrofia en la musculatura periarticular
- Rigidez matutina menor a 60 minutos
- Disminución del rango de movimiento activo y pasivo
- Deformidad, tumefacción y asimetría
- Más común sexo femenino mayor a 60 años
El tratamiento de fisioterapia permite mejorar la función articular, aumentar la fuerza muscular y el rango de movimiento, disminuir el dolor y mejorar la calidad de vida, mediante el uso de técnicas manuales, ejercicio terapéutico y agentes físicos.